martes, 5 de marzo de 2013

Une, deux, trois

ESCRITO EL 25/05/2006

Escrito en la madrugada del 25/05/06
Inspirado en las palabras de un amigo: 

Une, deux, trois, 
c'est magnifique, Yamila!
  
Estoy aquí, sentada
en el parque, viendo a la vida girar. 
Y de pronto olvidé el mundo de la tierra firme.
Donde los gatos van a cuatro patas
y en la mesa hay libros que se abren y te atan
con cadenas a sus párrafos.

Pero es magnifico, porque cuando quiero
puedo volver a esta nube de algodón,
a este palacio de cristal,
a esta rueda que gira sin cesar.

Y gira hasta donde yo le diga.
Y da tantas vueltas como yo quiera.

Entonces aparezco en un barco
y soy yo el capitán.
Y el timón también gira
y da las vueltas para la izquierda o para la derecha,
cambiando el rumbo a mi merced.

Y de repente ya estoy aquí sentado,
con un libro entre las manos.
Y hay más robots como yo,
permanecen sentados, 
leyendo no sé qué sobre...

cómo hacer una casa de papel,
cómo brincar sobre los charcos sin mojarse,
cómo reír sin abrir la boca,
como mirar al cielo sin que nadie te mire y de repente...

Ya eres invisible, indivisible, 
un gas, libre, 
sin nada que te ate, 
sin párrafos llenos de letras pesadas.

Y recogí el ancla y me fui a navegar,
yo, el capitán.

Une, deux, trois,
c'est magnifique Pierre!




lunes, 4 de marzo de 2013

El comienzo

ESCRITO EL DÍA DE APERTURA DE ESTE BLOG

Quizás funcione. Quizás no se quede ahí, estancado, pudriéndose hasta su muerte, hasta su desaparición.

Quizás sea verdad que vuelva, que haya venido de la superficie para adentrarme en la profundidad de los pensamientos.

Quizás deje de mirarme al espejo, y pensar que podía haber sido más guapa, y vuelva al interior, a la poesía, sin versos, sin rima, al alma, a la reflexión.

Quizás no sea todo falso, o quizás sí lo sea, pero quedan los pensamientos, los sueños, las ideas, los principios.

Basta de bastarse con observar cómo proliferan las peluquerías, cómo las manicuras están al orden del día, como se invierte el tiempo dando vueltas en cubos sin ventanas al exterior. Y todo para llenar ese irremediable vacío que se siente cuando se trabaja en lo que no se quiere, cuando se quiere lo que no se tiene. Cuando se tiene y se abandona, porque no se siente, no se quiere, sólo se tiene.

Quiero dejar de quejarme por todo, quiero sentir sosiego, paz. Quiero transformar mis pensamientos en palabras que no emitan sonido más que las del teclado cuando las transcribo. 

No quiero aturullarte con mi voz, soltando notas monótonas, escupiendo verdades que arrastran rabia.

Escribir, volver, eso será lo que pretenda.

Compartirlo, eso será un nuevo reto que nunca pensé.