Escrito en la madrugada del 25/05/06
Inspirado en las palabras de un amigo:
Une, deux, trois,
c'est magnifique, Yamila!
Estoy aquí, sentada
en
el parque, viendo a la vida girar.
Y de pronto olvidé el mundo de la tierra
firme.
Donde los gatos van a cuatro patas
y en la mesa hay libros que se abren
y te atan
con cadenas a sus párrafos.
Pero es
magnifico, porque cuando quiero
puedo volver a esta nube de algodón,
a este
palacio de cristal,
a esta rueda que gira sin cesar.
Y gira hasta donde yo
le diga.
Y da tantas vueltas como yo quiera.
Entonces aparezco en un barco
y
soy yo el capitán.
Y el timón también gira
y da las vueltas para la izquierda o
para la derecha,
cambiando el rumbo a mi merced.
Y de repente
ya estoy aquí sentado,
con un libro entre las manos.
Y hay más robots como yo,
permanecen sentados,
leyendo no sé qué sobre...
cómo hacer una casa de papel,
cómo brincar sobre los charcos sin mojarse,
cómo reír sin abrir la boca,
como
mirar al cielo sin que nadie te mire y de repente...
Ya eres invisible,
indivisible,
un gas, libre,
sin nada que te ate,
sin párrafos llenos de letras
pesadas.
Y recogí el
ancla y me fui a navegar,
yo, el capitán.
Une, deux, trois,
c'est magnifique Pierre!