viernes, 24 de mayo de 2013

Un suspiro

ESCRITO EL 23/05/2013

Durante un baño sin espuma, noche del 23 de mayo de 2013

La vida es un suspiro, pero sólo te das cuenta de ello cuando ya estás a punto de finalizarla. 
Mientras, pasa el tiempo, lo puedes emplear observando las formas de hombres primitivos que arrojan las baldosas del cuarto de baño, o puedes llorar en una noche de verano por un amor perdido. También hay ratos donde descubres soles gigantes, nubes esponjosas o una luna sonriente sobre una noche llena de pecas luminosas.

La vida transcurre en un abrir y cerrar de ojos, pero cuando te das cuenta de eso ya no te queda apenas tiempo para abrir y cerrar los ojos. Estás prácticamente dejando este mundo y en ese momento es cuando descubres que era cierto, que la vida era un suspiro.

Mientras, nos entretenemos con pensamientos que nos lían, que nos hacen reír y otras veces entristecer. Y sólo cuando descubres el pastel de la vida, la guinda, es cuando te preguntas por qué.

Desintegrarme

ESCRITO EL 24/05/2013

En la playa, una tarde

A veces, cuando mi cuerpo yace sobre la arena, pienso en erosionarme completamente, en desintegrarme, en convertirme en fósiles que un niño del futuro encuentre.

A veces me lo puedo imaginar todo, como el viento pasa por mi piel, gastándola, como el viento arrastra arena que ayuda a desmenuzarme poco a poco. Me veo enterrada, veo como la capa de piel que cubre mis huesos va haciéndose cada vez más y más fina. Al final, no queda más que polvo, polvo orgánico, que se mezclará con conchas, caracolas, semillas, dientes, y un escarabajo vendrá a por una parte de mí, y me tendrá entre sus brazos por un momento.